Hypnerotomachia Poliphili
(Lucha de Amor en sueños de Polifilo)


10. ‘Medium tenuere beati’

Tras el banquete continuó la fiesta con un baile espectacular. Dijimos en una nota anterior que el pavimento del patio donde se celebró el festín estaba formado por 64 cuadrados a modo de tablero de ajedrez y, precisamente basándose en este juego un número de bailarinas equivalente al de las piezas del mismo, vestidas 16 de oro y el resto de plata, llevó a cabo lo que bien podemos llamar partida de ajedrez y danza simultáneamente (1). Tres bailes llevan a cabo las muchachas, cada uno de ellos más rápido que el anterior; en los dos primeros triunfan las de plata, en el tercero las muchachas vestidas de oro.
¡Vaya danza!
Acabada esta alegre fiesta la reina le dirige estas palabras:

“ ‘Polifilo, olvídate ahora de las cosas pasadas que te han sucedido y de las ideas penosas y del peligro que has corrido, pues estoy segura de que ya estás completamente restablecido. Y, ya que quieres proseguir intrépido en las amorosas llamas de Polia, pienso que es cosa conveniente que vayas a las tres puertas donde habita la alta reina Telosia. Sobre cada una de ellas verás escrito su título e indicación. Léelo cuidadosamente: pero, para tu mejor gobierno y para tu protección, yo te daré dos de mis amables servidoras, que son muy hábiles, las cuales te conducirán a aquel lugar y serán tus compañeras inseparables. Ve, pues, con ánimo alegre y que tengas buena suerte’… Ordenó a una que estaba sentada al lado derecho: ‘Logística [personifica la Razón], tú serás una de las que irán con nuestro huésped Polifilo’ luego se volvió… al lado izquierdo, diciendo: ‘Thelemia [la voluntad o el deseo], tú irás también con él, y dadle las dos a entender claramente en qué puerta debe quedarse’ ”.

Polifilo y sus dos acompañantes se ponen en camino dejando atrás el extraordinario palacio de la reina Eleuterilide, en el friso de cuya puerta puede leerse: “La riqueza de la Naturaleza”. La primera maravilla que se les presenta es un jardín de vidrio situado a la izquierda del palacio, en él todo: hierbas, plantas, flores es de delicadísimo vidrio.
El jardín, cuadrado y en forma de laberinto, tiene caminos circulares que son canales de agua por los que se avanza navegando. Siete torres hay en él y entre cada una de ellas siete círculos que como hemos dicho son canales de agua por los que se llega a la siguiente atalaya. En la primera se lee: “la gloria mundana es como una burbuja”, allí “habita eternamente” una matrona piadosa, benigna y poderosa, y hay una urna de echar suertes adornada con siete letras griegas que dicen: “Divino”, en la que se amontonan futuros fatales. En la segunda atalaya innumerables muchachas reciben a los que llegan, leen las suertes de estos y los acompañan en las siete revoluciones siguientes.
Entre la segunda y la tercera atalaya las aguas son más desfavorables y es necesario remar; entre la tercera y la cuarta el agua está aún más revuelta, nuevamente otras jóvenes examinan las suertes y se quedan con los adecuados para el ejercicio de las armas y permiten marcharse a los demás.
Llegados a la quinta torre ven el agua tranquila como un espejo,

“en este lugar se discute profundamente aquel dicho áureo de ‘medium tenuere beati’ (Son felices los que conservaron el término medio)”.
“Más allá de este punto, las aguas describen círculos más pequeños y comienza la perniciosa carrera hacia el final, y desde aquí son llevados a la sexta atalaya, remando poco o nada”.
“(…) En el trecho siguiente el aire se ensombrece y sobrevienen muchas incomodidades y el viaje se hace brusco y la carrera muy rápida, porque cuanto más se aproxima a la figura del centro la revolución de las vueltas, tanto más breves son y tanto más se resbala con rapidez ineficaz y con vueltas escurridizas hacia la vorágine de la atalaya central.” En ella hay un rótulo que dice: “El lobo de los dioses es insensible” [hace referencia a la Muerte, a la tierra que devora y consume todas las cosas (2)] .

Habla Logística:

“Polifilo, en esta boca voraz hay una severa y vigilante pesadora que juzga a los que entran y que pesa escrupulosamente, con balanza equitativa, las acciones por las que podrán salir mejor o peor librados.”

Siguen ahora hacia el jardín del lado derecho del palacio. Este es similar al anterior en tamaño y disposición pero en lugar de cristal es todo él de seda. De nuevo Logística:

“Polifilo, quiero que sepas que son más placenteras las cosas propias del intelecto que las que solo atañen a los sentidos. Por eso, entramos aquí a satisfacer las dos operaciones del conocimiento”

y continúan a un jardín cercano al de seda, cerrado por una arquería de cien arcos, todo él de ladrillo cubierto de yedra de modo que no se ven las paredes, bajo cada uno de los arcos hay una estatua de oro representando a una deidad. En el centro un pedestal cúbico de calcedonia diáfana, sobre él un cilindro de jaspe rojo, encima de este último un prisma triangular de piedra negrísima coronado por una pirámide. Habla Logística:

 

“En estas figuras se encierra la armonía celeste… en ellas, con perfecta afinidad y conjunción, hay nobilísimos monumentos antiguos y jeroglíficos egipcios que quieren decir: ‘A la divina e infinita Trinidad de una sola esencia’.”


Y continúa la explicación pormenorizada de cada parte, detalle o forma del monumento de este “jardín del oro”.

 

 

 

Polifilo pregunta ahora sobre el significado de una gema diamantina que vio en el cuello de la reina: la imagen tallada es la de Júpiter sentado en un trono y coronado; bajo su escabel, vencidos, los gigantes, en la mano derecha sostiene una cornucopia repleta de bienes, en la izquierda una llama. Dice Thelemia:

“por su infinita bondad, el inmortal Júpiter da a elegir libremente a los habitantes de la tierra cualquiera de las dos cosas que tiene en las manos”

Siguen su camino y en un puente ven dos imágenes que hacen referencia al término medio el cual da título a esta nota:

‘Velocitatem sedendo, tarditatem tempera surgendo’ (Atempera tu velocidad sentándote y tu pereza levantándote)

‘Medium tenuere beati’ (Son felices los que conservaron el término medio)

Finalmente llegan a la montaña, con tres puertas, donde habita la alta reina Telosia, anunciada al comienzo por la reina Eleuterilide. Citamos ahora del libro: Los Jardines del Sueño, Polifilo y la mística del Renacimiento de E. Kretzulesco-Quaranta:

 

“La Razón y la Voluntad del peregrino le guiarán, a partir del reino del Libre Albedrío, hacia Tres Puertas que se abren a Tres Vías, entre las que deberá elegir la suya. Entre la Puerta de la Gloria de Dios (vida contemplativa) y la de la Gloria del Mundo (vida activa), está la Puerta de la Mater Amoris: es la que elegirá el Peregrino. Es la puerta de los bienaventurados: medium tenuere beati. Tras haber sido instruido sobre la diferencia entre la voluptuosidad que dan los sentidos pervertidos y la que viene de la unión mística del alma con la Sabiduría divina, será finalmente guiado hacia esta no por la Razón, sino por su Destino libremente elegido, por Amor.”

 

Notas

(1) “Claro que el capitán de las milicias celestes es un personaje fabuloso. No se deja ver y es tan fugaz que sólo una escogida minoría de sabios y emperadores lo han conocido. Sin hacer nada todo lo es, tal cual un milagro perenne. Para entretenerse juega constantes partidas de ajedrez con todo lo manifestado, mientras atiende innumerables llamadas telefónicas, de todos los tiempos, simultáneamente. Como la naturaleza –uno de sus pequeños modelos a escala– jamás se fatiga. Es el equilibrio y la justicia, no hay ninguno como él ni existe nada fuera de él. Es el único que no tiene par y no cabe otra voluntad sino la suya. En todo caso no hay mejor programa ni nada más divertido que comprender lo que dice y encontrarlo en cualquier lado. Y aunque se enoje cada tanto, es muy discreto, gentil y armonioso por excelencia. Es el amor perfecto incluidas las peleas. Optar por ser su subordinado, no es sino hacer lo mejor. Dejar atrás lo inexistente; no como seres medrosos, sino más bien en forma olímpica.” (Federico González Frías, En el Vientre de la Ballena, textos alquímicos).

(2) Explicación en nota de Pilar Pedraza.

*

– Las citas no referenciadas pertenecen a: El Sueño de Polífilo, Francisco Colonna. Ed. Acantilado, Barcelona 2008. Al cuidado de Pilar Pedraza.
– Las imágenes no referenciadas (salvo la coloreada por nosotros) están tomadas de la Biblioteca Digital Hispánica: Hypnerotomachia Poliphili, Venecia 1499.


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