Portada de Símbolo, Rito, Iniciación.Siete Maestros Masones: "Símbolo, Rito Iniciación: La cosmogonía masónica".
Ed. Kier, Bs As. 2ª ed.: Bs. As., 2003. 256 págs.

INDICE

Prólogo 7

Capítulo I:
LOS ORIGENES SAGRADOS
Desde tiempo inmemorial 15
La tradición hermética 30

Capítulo II:
INICIACIóN
Lenguaje simbólico 39
Descenso al interior de la Tierra 47
Experiencias de un viaje 52
La caverna Iniciática 55
De las tinieblas a la luz 58

Capítulo III:
LOS GRADOS DE LA CONSTRUCCION
El Aprendiz 65
El Compañero 74

Capítulo IV:
NUMEROS Y FIGURAS GEOMETRICAS
Que nadie entre aquí si no es geómetra 81
El sentido cualitativo de los números 91
Los tres primeros números 96
Algunos aspectos generales de nuestros símbolos y del número Cuatro 111
El Cuatro, la Escuadra, el Cuadrado y la Cruz 116
La quintaesencia 123
El número Seis 127
El número Siete 133

Capítulo V:
EL ARTE REAL
Recepción de un legado 143
El arte masónico 146
Trabajo masónico y herramientas simbólicas 151

Capítulo VI:
CENTRO Y EJE
El ara y su saludo ritual 159
La "Logia justa y perfecta" y las "Siete Luces" 162
La tierra sagrada 166

Capítulo VII:
RITOS Y SIMBOLOS
El rito y el símbolo 173
Las fiestas solsticiales de los dos San Juan 181
La fraternidad masónica 189
La tolerancia 194
El gesto ritual 199
De algunos Símbolos y Ritos presentes en el Templo Masónico 208
El pavimento mosaico 222
La Biblia, Libro Sagrado 226
El Compás y la Escuadra 230
Nota sobre el simbolismo del compás 242
Dos temas masónicos:
"Con alegría" 245
"Cadena de unión" 248
Bibliografía 251

 
PROLOGO

En sus Aperçus sur I'Initiation, René Guénon señalaba amargamente que cuando uno se da cuenta hasta que grado de degeneración hemos llegado en el Occidente moderno, resulta fácil comprender cuantas cosas de orden tradicional y, con mas razón, de orden Iniciático, no pueden subsistir mas que en estado de vestigios, mas o menos incomprendidos incluso por aquellos mismos que los guardan. Conviene releer y meditar con humildad estas palabras para darse cuenta de que, mal que nos pese, esta es la situación actual, en nuestra modesta opinión, de las organizaciones iniciáticas occidentales. Estará fuera de los obligados límites de este prólogo, que los discretos autores de este libro nos han encargado como editor, referirnos a las múltiples imitaciones, a la cohorte de grupos, sociedades y escuelas pseudo esotéricos que las parodian salpicando el panorama ocultista actual. Tampoco podemos detenernos a estudiar el papel claramente diabólico antitradicional que estas ultimas desempeñan en el mundo moderno. Ante tal situación de confusión, expresión fiel de la edad sombra que nos ha tocado vivir, no podemos dejar de citar a un teósofo (que no teosofista) cristiano, Karl Von Eckartshausen, que en su delicioso opúsculo La nube sobre el santuario escribía: "Cuando se hizo necesario que las verdades interiores fueran envueltas en ceremonias exteriores y simbólicas, a causa de la debilidad de los hombres, que no eran capaces de soportar la unión de la luz, nació el culto exterior, pero se trata siempre de la representación y del símbolo del interior, o sea, el símbolo del verdadero homenaje rendido a Dios en espíritu y en verdad. (...) "

En tal estado de cosas, la publicación del presente libro constituye una suerte de signo que no pasara desapercibido al lector atento. En el encontraremos trabajos realizados por francmasones auténticos, trabajos o trazados leídos en Logias, que constituyen el mejor testimonio de como se trabaja en una organización de tradición Iniciática. El protagonista de estos trabajos es siempre el mismo: el símbolo, el rito y el mito. Tergiversados, travestidos y mal utilizados en el mundo profano, todos ellos actúan de un modo directo, saltándose las barreras del racionalismo y de lo meramente convencional, sobre el campo de la consciencia. Nos posibilitan el acceso a otros aspectos de la realidad, abarcando al mismo tiempo lo sensible y lo velado, lo evidente y lo oculto. Utilizan la manifestación para ayudarnos a elevarnos hasta lo in manifiesto. Y ello es así porque los símbolos tradicionales, contrariamente a los signos y las alegorías con los que se suelen confundir, y por enorme que ello pueda parecer a la mentalidad moderna, son de origen suprahumano, ya que, como escribe Guénon, "el simbolismo tiene su fundamento en la naturaleza misma de los seres y de las cosas. (...)" Con todo, un buen número de buscadores sinceros tendrán cabida en esa escuela, por su humildad y su calificación espiritual, pero las circunstancias antitradicionales del mundo en que vivimos hacen que no se conozcan entre si ni puedan hacerse partícipes los unos a los otros de sus trabajos y sus investigaciones. Y de nuevo aquí, como editor, no podemos menos que felicitar a los Siete Maestros Masones que han tenido la suficiente caridad espiritual como para obsequiarnos con estos espléndidos textos, que serán materia de estudio y de meditación para estos buscadores.

Alguien objetará quizás que aquí se están revelando secretos Iniciáticos, pero de nuevo habrá confundido continente con contenido y no habrá comprendido nada: una cosa es el símbolo, otra la explicación que podamos dar de  el y otra, muy otra, su actualización, su incorporación en nuestro corazón. Esta última no depende de obediencia, grados, drogas, ejercicios ascéticos u otras cuestiones meramente humanas, pues el Espíritu sopla donde quiere y no donde quisiéramos que soplara. Juli Peradejordi

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