Reseñas

Evola, Julius: El Yoga TántricoUn camino para la realización del cuerpo y el espíritu. Autor: Editorial Edaf/Nueva Era. 318 pág.

"A partir del siglo IV surge en la India un movimiento filosófico, esotérico y espiritual que habría de ejercer una considerable influencia en el hinduismo, el budismo y otros sistemas soterológicos no sólo de la India, sino de distintos países de Asia. Aunque el tantrismo como un cuerpo filosófico-esotérico sistematizado va conformándose a partir del siglo IV, sus raíces se pierden en la noche de los tiempos y muchos de sus más significativos principios místico-iniciáticos son prevédicos y cuentan con una antigüedad de más de cinco milenios... De la fusión de elementos tántricos y yóguicos habría de surgir el tantra-yoga o yoga del control perfecto sobre las energías... el tantra-yoga se sirve además de las técnicas propias del hatha-yoga, el mantra-yoga y el kundalini-yoga. Además, los tántricos utilizan la meditación en yantras y mandalas, la ceremonia Nyasa o de purificación psicosomática-astral y técnicas para la sublimación de la energía sexual y su transformación de energía espiritual o para la instrumentalización mística de la relación sexual... En los yogas tantricos se concede especial relevancia a la Kundalini, que es la Shakti individuada y que, en la medida en que va desplegándose en el ser humano, va proporcionando consciencia-energía-sabiduría.

Es realmente una de las mejores obras en su género y goza de la ventaja de ser accesible al lector no especializado, en un tema que, de por sí, es siempre muy complejo. La obra de Evola es un compendio de lo más esencial de la enseñanza tántrica y del tantra-yoga, sabiendo conservar en todo momento un envidiable rigor. 
Hasta donde puede decirse en palabras, el autor de la obra lo ha dicho." (Del prólogo a la edición en castellano por Ramiro A. Calle.)

Realmente no puede añadirse nada a lo anterior, pues define exactamente el contenido y el carácter del libro y su autor, sólo quisiéramos indicar que la lectura de este libro resultará especialmente interesante al estudioso del Hermetismo en general por las abundantes correspondencias que el autor establece entre determinados símbolos y ritos tántricos y sus análogos herméticos en su vertiente alquímica y mineral, son numerosas las anotaciones a pie de página que recogen las analogías existentes citando a algunos herméticos clásicos, especialmente Cornelio Agrippa.

En este sentido es también especialmente sugerente el Apéndice II, titulado El saktismo y los "Fieles de Amor".

Respecto al fragmento del prólogo que hemos transcrito creemos que debemos hacer la siguiente indicación para evitar toda posible confusión; allí donde el autor dice místico debiera decir iniciático, puesto que el tantrismo es una vía a la que se accede por una iniciación y sabemos que mística e iniciación pertenecen a ámbitos muy diferentes que no tienen nada en común; para una profundización del tema recomendamos la lectura del capítulo I de Apreciaciones sobre la Iniciación de René Guénon.

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Evola, Julius: El Misterio del Grial. Ed. Olañeta, Palma de Mallorca, 1996. 207 págs. 
Entre finales del siglo XII y principios del XIII una corriente esotérica toma forma literaria alcanzando gran popularidad, se trata del mito del Grial y su búsqueda. 
A lo largo de las páginas del libro Evola traza un documentado cuadro de los antecedentes del Grial, su simbolismo y proyección política y religiosa en la sociedad de la Edad Media, así como su herencia a formas tradicionales posteriores como los Fieles de Amor, sociedad secreta e iniciática a la que perteneció Dante, el movimiento rosacruz o incluso la tradición hermético-alquímica.

Sólo una objeción tenemos que hacer y es la siguiente: Evola se esfuerza por demostrar que los antecedentes del Grial son precristianos, y que no tiene nada que ver con el cristianismo; es cierto que la Iglesia nunca vio como algo suyo el tema del Grial, sin embargo, si los elementos más significativos de la tradición griálica hay que buscarlos en la tradición celta, no olvidemos que como señaló René Guénon, muchos elementos de esta tradición fueron recogidos precisamente por el cristianismo, y esto es así aunque la jerarquía de la Iglesia no lo reconociera ni aceptara por los motivos que fueran, que no fueron otros en su momento que los políticos ligados a las luchas de poder y cuya consecuencia más importante fue la ya conocida de la ruptura con la Tradición.

Al margen de esta objeción El Misterio del Grial es un libro que hay que leer pues no olvidemos que su autor representa junto con René Guénon, si bien pertenecen a ámbitos diferentes (René Guénon es metafísico mientras que Julius Evola pertenece estrictamente al ámbito de lo cosmogónico), representan, decimos, los dos autores que en este siglo recogieron la antorcha inextinguible de la Tradición y la han expresado cada uno a su manera, según su ser y saber interpretándola para el hombre occidental.

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Evola, Julius: Metafísica del sexo. Ed. Olañeta. 332 págs.
Dicen los textos tántricos que para el hombre del Kali-Yuga, identificado con su propia corporalidad y prácticamente incapacitado para prescindir de ella, sólo hay dos vías que pueden hacerle trascender esa limitación y conducirlo al despertar; se trata de la respiración y de la sexualidad.

De la segunda trata la obra de Evola, a lo largo de cuyas 400 páginas nos habla del significado profundo del sexo en todas las tradiciones, tanto de Occidente como de Oriente, de su carácter sagrado y de su "instrumentalización ritual" con vistas a una realización iniciática.

Obra densa y extensa, nada mejor que las palabras del propio autor para definir el contenido del libro: 

"En este estudio, el término 'metafísica' será tomado también en un segundo sentido, relacionado con su etimología, ya que, literalmente, 'metafísica' significa la ciencia de lo que va más allá de lo físico. Sólo que aquí ese 'más allá de lo físico' concernirá no a conceptos abstractos o a ideas filosóficas, sino a lo que puede resultar, como experiencia no solamente física, sino como experiencia trans-psicológica y transfisiólogica, de una doctrina de los estados múltiples del ser, de una antropología que no se detiene, como la de los tiempos más recientes, en el simple binomio alma-cuerpo, sino que conoce las modalidades 'sutiles' e incluso transcendentes de la conciencia humana. Tierra ignota para la mayoría de nuestros contemporáneos, un conocimiento de este género constituyó parte integrante de las disciplinas antiguas y de las tradiciones más diversas."

J. Pauls